viernes, 11 de abril de 2014

La adopción y la homosexualidad

Una batalla de odio

Si al leer el titulo creíste que hablaría a favor o en contra de este tema, estas muy equivocado. Hoy quiero mostrarte una pequeñísima parte de lo que esta situación de tanta controversia a generado a lo largo y ancho del mundo, hoy vengo a decirte lo que la gran parte de las personas prefieren no prestarle atención... aquello de lo que has sido cómplice en tantas ocasiones, incluso sin darte cuenta. 

Presta atención a lo siguiente:

 

¿Qué es lo que vez? La intolerancia no es nada nuevo ¿Cuantas veces has insultado a otros por tener una opinión distinta de la tuya? Lastimando una y otra vez a otras personas, sembrando odio tanto en los demás como en ti mismo. La lucha por tu propia causa... la lucha por lo que crees correcto... son ya tantos los que han tenido que soportar el peso de tus palabras, o tal vez tu indiferencia hacia ellos. ¿Cuantos más vas a dejar que sigan perdiendo para hacer tu voluntad? 

 El mundo esta fatigado, gastando su energía en sus debilidades. Mientras deberías estar llevando a ganar a las personas que te rodean, prefieres ese lugar tan cómodo en el que te has instalado. Prefieres llamar "estúpido" o "ignorante" a los que no ven las cosas desde tus mismos ojos, perdiendo el tiempo en esa inútil batalla en la que pretendes proferir grandes razonamientos que apenas esa persona que tienes frente a ti no logra entender, te indignas y enfureces. La salida fácil, esa amplia puerta por la que prefieres atravesar antes que siquiera mostrar empeño por esa buena convivencia de la que tanto hablas, en la que se respeten los derechos de todo ser humano. 

Da lo mejor de ti, mírate en los demás cual si fuesen un espejo, siente con el corazón de esa persona y date cuenta de que es única. Comete errores a diario, es cierto, es tan humano como cualquiera. Sonríe, ama, siente y comienza a vivir, pues cada día y a cada instante se puede volver a empezar.

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Misato Katsuragi